En estos días de cuarentena, los niños están aburridos dentro de las casas o apartamentos. Eso no es un misterio para nadie. En medio de la desazón, a la que se suman las ocupaciones de los padres, bien sea que deban salir o que estén atendiendo sus teletrabajos, los niños exploran dentro de sus hogares cualquier tipo de entretención; es toda una oportunidad para explotar su creatividad. Pero, en medio de esa búsqueda, si los padres no toman las medidas necesarias, sus hijos corren el riesgo de encontrarse con elementos y sustancias que pueden ser peligrosas e incluso arriesgan sus vidas si se presenta alguna ingestión accidental o un traumatismo. La situación se vuelve más compleja cuando estos niños están rodeados de múltiples elementos de aseo, cuyo uso ha aumentado dada la necesidad de desinfectar cada artículo que llega o que se utiliza frecuentemente. La situación se vuelve casi irreal, pues hemos visto en las últimas semanas un aumento en el número de intoxicaciones “no accidentales”, es decir, han sido completamente intencionales, al creer que ingerir ciertos productos puede prevenir o tratar el coronavirus, como lo aseguran en fuentes no oficiales, por ejemplos las cadenas de wasap o de Facebook. Para evitar este tipo de accidentes en nuestros hogares, les presento estas medidas: 1. Revisar en cada habitación del hogar que no haya elementos peligrosos ni sustancias o medicamentos que puedan ser peligrosos para los niños. Por ejemplo: • Productos de aseo como jabones, limpiadores, límpido, sustancias para destapar baños, lustramuebles. • Productos de higiene y aseo personal como quitaesmalte, cosméticos, enjuague bucal, perfumes. • Elementos como gasolina, ACPM, insecticidas y otros venenos. • Alcohol, tanto antiséptico como bebidas embriagantes. • Basura y todo tipo de deshechos. • Objetos pequeños como monedas, cuentas de collares, pilas de juguetes, tornillos, etc. 2. Explicarles a los niños, de todas las edades, que estos elementos y sustancias no son para jugar, ni se deben tocar o probar. 3. Nunca dejar esos elementos al alcance de los niños: mantenerlos preferiblemente en cajones, bajo llave; elevarlos o cerrarlos no suele ser suficiente, pues los niños pueden encontrar la manera de alcanzarlos o abrirlos. 4. Jamás usar botellas de bebidas (como gaseosas o jugos) para reenvasar estas sustancias peligrosas. Muchas de las intoxicaciones suceden por esto. 5. Revisar con frecuencia el piso de las habitaciones, incluso debajo de camas y muebles, para cerciorarse de que no haya objetos pequeños sueltos. Igualmente, verificar en equipos o juguetes con baterías que las tapas estén bien puestas y seguras. El atragantamiento con cualquiera de estos elementos puede ser mortal. 6. Si en su casa o conjunto hay piscina, debe contar con las normas de seguridad reglamentadas y las correspondientes barreras de acceso. Así mismo, dentro del hogar, tanques y otros depósitos de agua siempre deben estar sellados y fuera del alcance de los niños. Los baldes se deben mantener sin líquido, ya que para los niños pequeños pueden ser una verdadera trampa mortal. 7. Se debe tener cuidado con vidrios, sobre todo en las puertas hechas con este material, que deben tener señalización de seguridad. Infortunadamente, son frecuentes los eventos en que los niños se estrellan contra ellos de manera inadvertida. 8. Idealmente, cada toma de corriente debe tener protectores. También los cables o equipos eléctricos en mal estado se deben retirar o reparar. 9. En caso de ingestión de alguna de las sustancias mencionadas, no cause el vómito ni suministre ninguna bebida. Lo recomendable es acudir al servicio de urgencias. También existe una línea nacional de atención de intoxicaciones, de utilidad para personal de salud y población general. Es la Línea Nacional de Toxicología: número gratuito 01 8000 916 012, y teléfono en Bogotá (1) 288 6012. Allí atienden las 24 horas. 10. Recordar y volver a insistir en que no existe medicamento ni sustancia que prevenga o trate el coronavirus. El hecho de que todos estos elementos se usen para desinfección no justifica su uso en seres humanos. En la mayoría de los casos, la ingestión o inhalación de ellas es tóxica. No arriesguemos aún más la salud nuestra y la de las personas que queremos.
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