¡Mi bebé no come!

Escrito por Miguel Andres Bayona Ospina

Médico pediatra con siete años de experiencia en servicios de urgencias, consulta externa y hospitalización. Con formación en cuidados paliativos pediatrícos.

17/06/2021

Una de las preguntas que más me hacen en mi consultorio y en redes sociales, es a cerca del bebé o niño que no come. En nuestra sociedad siempre existe esta preocupación habitual por el niño que al momento de sentarse a la mesa no come todo lo que quisiéramos, o que solo come algunos de los alimentos que se le sirven, o que definitivamente no prueba bocado; horas sentados al lado del plato en frente de nuestros hijos haciendo todo tipo de malabares sin conseguir que se alimenten como quisiéramos. Entonces vienen las preocupaciones por el peso, por las enfermedades que podrían adquirir; luego vienen las idas a los controles médicos y de enfermería, la remisión al pediatra, los exámenes, esperar que nos receten alguna vitamina o antiparasitario “que les abra el apetito”… pero nada, el problema luego de todo esto, sigue allí. Es una situación angustiante, pero que en la mayoría de los casos tiene solución.

 

Por esto hoy les tengo algunos consejos y situaciones para aprender a manejar esto en casa:

 

1. No existen vitaminas “mágicas” que ayuden a abrir el apetito: Esto es de lo más difícil de comprender, porque por años se ha recomendado, pero sin que se obtengan los beneficios esperados. La mayoría de niños que no comen lo hacen porque tienen malos hábitos al momento de alimentarse (que los mencionaremos más adelante) o porque sencillamente los padres esperan que coman más de lo que ellos pueden. Por tanto, el problema no es de apetito, se resuelve ajustando conductas tanto en los padres como en el niño. Entonces, definitivamente no hay algún medicamento “mágico” (ni complementos, ni vitaminas, ni purgantes) que vayan a solucionar esto. Siempre que los padres me piden algún suplemento, mi respuesta es: “Mejor invirtamos ese dinero en alimentos saludables”.

 

2. Si el niño crece bien, probablemente el problema no es grave: “La abuela (o el tío o el vecino) me dijeron que está muy flaco”, son comentarios habituales con los que llegan los papás a la consulta; pero luego de pesarlos y tallarlos, están creciendo dentro de lo normal. Entonces hay que tener esto claro, si el crecimiento va bien, esto muy seguramente indica que lo poco (o mucho) que come el niño al parecer es suficiente, y los ajustes que habrá que hacer a la dieta no serán muchos (tal vez ninguno). Sus hijos son tan inteligentes que solo comen lo que necesitan. Pero eso sí, en caso de que no crezca bien, lo ideal es tener una consulta médica especializada.

 

3. Los niños normalmente no comen todo lo que quisiéramos que comieran: ¿Le ha pasado alguna vez que ve un plato lleno de comida y se le quita el hambre? Bueno, esto le puede estar pasando a su hijo. Un problema que identifico habitualmente es que los papás esperan que los niños coman más de lo que pueden, inclusive esperan que sus hijos coman igual que ellos. Si hay un buen crecimiento, y el niño según sus padres come poco, a lo mejor están esperando que coma más de lo que debe. Hay que recordar que son pequeños y sus estómagos también.

 

4. El niño solo toma líquidos y no le gusta comer seco: Esta es una queja frecuente sobre todo en los menores de un año, pero que se puede extender hasta los mayores. Sucede casi siempre cuando no se inicia la alimentación complementaria a tiempo (esperando hasta los 8 o 9 meses) o cuando se inicia solo con jugos y caldos. Por mucho tiempo se recomendó (y se sigue haciendo) que al dejar de alimentar a los hijos solo con leche materna a los seis meses, se les den solo líquidos. Esto retrasa ese proceso de aprendizaje y genera estas dificultades. Lo recomendado es iniciar la comida solida a los seis meses, que es la que vamos a comer toda la vida y la que más nos alimenta, de una consistencia blanda y en trozos pequeños. Inclusive se puede permitir que ellos mismos la tomen y la lleven a su boca.

 

5. Solo come ciertos alimentos: Es común que en niños un poco mayores, y sobre todo en aquellos que no se les ha dado a comer de diferentes alimentos, sean selectivos al momento de comer: “Solo come arroz con huevo”, “no come ninguna fruta”, “pero póngale un dulce, doctor, y verá como se lo come” son los comentarios usuales. Los niños aprenden a comer lo que les enseñamos a comer, y puede que en algún momento les deje de gustar algún alimento en especial, pero hay que seguir ofreciéndolo, así como nosotros, hay días que ellos no quieren comer de algo o se cansan. Si dejamos de darlos, o los reemplazamos por otros (como al niño que le dan un yogurt y una galleta porque no almorzó) entonces ellos aprenden a no comer “lo que no les gusta” y esperar el premio que es recibir lo que si quieren. El apetito y gustos de los niños son variables, como los de todos.

 

6. Me toca estar horas sentado en la mesa con él: A los niños no hay que obligarlos a comer. Lo repito, a los niños no hay que obligarlos a comer. Ni se les obliga, ni se les ofrecen premios por comer, y mucho menos se les castiga por no hacerlo. Todas esas conductas solo hacen que le tengan más fastidio a la comida ¿a quién le gusta que lo obliguen a algo? Ahora imagínense a comer, ¿qué tal que a usted lo obligaran a comer sin tener hambre? Pero claro, tampoco se esperan horas a que el niño coma, no. Usted le sirve la comida y si luego de un tiempo (unos treinta minutos) no ha comido, levanta el plato y en una hora (en la que no debe probar nada) le vuelve a ofrecer. Tampoco debe distraerlos con televisión, celulares o tablets; la alimentación debe ser un acto consciente y divertido.

 

7. Disfrute el momento: Es importante estar tranquilo. Es difícil, lo sé, todas estas situaciones generan estrés y ansiedad en los padres que ven a sus hijos delante del plato aburridos mirando hacia el techo; pero como ya lo mencioné, si se les obliga, si se sienten presionados o abrumados, menos van a comer. La alimentación no debe ser el momento del día en el que todos discuten porque no se come, debe ser un momento de tranquilidad, para compartir en familia, para conversar y disfrutar. Si el cambio empieza por ahí, es un muy buen primer paso.

 

Si tienes problemas con tu hijo al momento de comer, no dudes en agendar tu cita conmigo en Cinético (3016868770)

Publicado en: https://www.lanacion.com.co/mi-bebe-no-come/.

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