Etapa pre-lingüística del lenguaje

Escrito por Laura Tatiana Bonilla Mendez

Fonoaudióloga, egresada de la Fundación Universitaria María Cano sede Medellín, con diplomado en seguridad y salud en el trabajo, cursos complementarios en trastornos orofaciales en la niñez y actualmente estudiante de diplomado en terapia Miofuncional orofacial, experiencia en diversas áreas de la fonoaudiología como Lenguaje, habla y motricidad orofacial principalmente en población infantil.

01/07/2021

Los aspectos más importantes del desarrollo tienen lugar durante los primeros seis meses. Respecto al desarrollo del lenguaje se observan dos etapas significativas: la primera denominada pre-lingüística, presente desde el nacimiento hasta aproximadamente el año de vida, es la etapa en la cual el niño se prepara para adquirir el lenguaje; luego se da la etapa lingüística, en la cual se desarrollan y se adquieren las habilidades lingüísticas propiamente dichas. Las acciones que realizan los bebés son actos comunicativos, a través de ellas expresan sus necesidades y sentimientos. Se describen detalladamente a continuación.

Durante el primer mes de vida los niños se muestran excitados cuando pueden ver ciertos objetos y personas, aunque no muestren respuestas distintas ante unos y otras. Responde a la voz humana, que suele tener un efecto relajante, establece contacto visual con la madre y presenta sonrisa espontánea.

Un niño de 2 meses puede pasar hasta 20 minutos celebrando la llegada de una persona: da patadas, se retuerce y se contorsiona. También son capaces de asociar ciertas personas con determinadas situaciones, por ejemplo, puede que asocie a su madre con la alimentación, y que empiece a mover la lengua y los labios en un gesto de succión cuando aparece su madre poco antes de comer. El aumento de la memoria visual se manifiesta en la capacidad del niño para reconocer personas, así como en la tendencia a habituarse a los estímulos visuales.
Hacia los tres meses de edad, los niños son capaces de distinguir a personas diferentes. Dicho cambio se refleja en la evolución de la sonrisa. Hacia el final del primer mes, la sonrisa de los bebés va siendo menos automática, aunque todavía indiscriminada. Los niños responden tanto a las personas como a los objetos con movimientos de todo el cuerpo que incluyen vocalizaciones. El control de los músculos de la boca da lugar a las risas y a los «gorjeos». El gorjeo consiste en los sonidos emitidos acompañados con cierre velar.
Durante esta edad, a medida que los niños se orientan más hacia las personas, también sonríen menos ante los objetos, de manera que la sonrisa se hace más social, e incluso más expresiva físicamente, a esta edad los bebés vocalizan en respuesta al habla de los demás y lo hacen en mayor medida cuando los cuidadores les responden. A medida que aumentan su repertorio de respuestas disminuye drásticamente la cantidad de llanto. Comienzan los gorjeos con sílabas aisladas, giran su cabeza cuando escuchan una voz. Los niños todavía no controlan voluntariamente sus vocalizaciones, sino que lo hacen en respuesta a los estímulos de su entorno.

Hacia los 4 meses aparecen de vez en cuando algunas sonrisas, acompañados de sonidos, balbucean, varían el tono, imitan tonos, sonríen a las personas que le hablan.
A los 5 meses, los bebés son capaces de imitar algunos sonidos, generalmente vocales. Indistintamente luego de haberlos escuchado. A esta edad, empiezan a emitir sonidos de sílabas aisladas llamados balbuceo. Vocaliza cuando juega con sus juguetes, diferencia voces amistosas e irritadas, experimenta con los sonidos verbales, sonríe y vocaliza ante su imagen en un espejo, responde ante su nombre; a medida que crecen las secuencias de sonidos son cada vez más largos.

Hacia los 6 meses de edad los niños controlan mejor la parte anterior de su boca, paralelamente disminuyen los sonidos guturales a la vez que el tamaño de la cavidad oral modifica el volumen, el tono y el ritmo, emite vocalizaciones de placer y de disgusto, ya son capaces de examinar los objetos con sus manos y con su mirada, y también son más eficientes para recordarlos. Se convierten en seres muy sociables, y responden a la interacción social con sonrisas y vocalizaciones. Hasta cierto punto, empiezan a ser capaces de hacernos saber lo que quieren, y, por lo tanto, de influir sobre su entorno. Basado en el libro de Robert Owens denominado “El desarrollo del lenguaje”.

TIPS PARA PADRES PARA ESTIMULAR LA ETAPA PRE LINGÜÍSTICA DEL LENGUAJE

Reacciona a todas sus acciones, respondiendo con habla y estableciendo una conversación fluida con él.

Cántale canciones diariamente, esto estimula su audición y posteriormente su lenguaje.

Míralo a los ojos y cuéntale historias.

Mientras estén realizando los hábitos de las rutinas diarias, descríbele que es lo que está pasando.

Descríbele como está el día, hazlo parte de tu día (Ejemplo: el día está soleado, podemos salir a dar un paseo).

Usa instrumentos musicales o juguetes sonoros para que llamen su atención y empiece a reconocer la fuente de sonido.

Simplemente dale mucho amor, a partir de eso cada situación será inolvidable. 

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