En Cinético reconocemos la importancia de profundizar en la naturaleza de las emociones humanas, conocerlas, compartirlas y gestionarlas. Por ello hemos invitado durante estas dos semanas a Erika Ospina, Psicóloga y Especialista en Inteligencia Emocional en niños, para que nos cuente porqué es importante. Nos ha dado además herramientas de lectura y juego para poder reconocerlas y gestionarlas .
La última encuesta nacional de salud mental año 2015 en Colombia, realizada por la Pontificia Universidad Javeriana Cali, evidencia entre otros aspectos: la depresión como segunda causa de carga de enfermedad después de la hipertensión arterial, la concepción de los problemas mentales como dificultades emocionales, la creciente presentación de enfermedades mentales en los niños y niñas, asociados a depresión, ansiedad por separación o generalizada, déficit de atención, trastorno de conducta, entre otros y plantea que “de ahí se derivan campos de acción específicos asociados con la promoción de la salud mental, como el fortalecimiento de la empatía, el reconocimiento de los otros y la búsqueda de una mayor participación en grupos sociales”. Además de establecer como campos de acción lo que son propiamente competencias emocionales, hace hincapié en la necesidad de realizar este trabajo articulando todos los actores que hacen parte de la cotidianidad de los niños y niñas es decir la familia, el colegio y la comunidad como tal.
En el Huila, la realidad expuesta a nivel nacional no es diferente, en el año 2019, en la semana epidemiológica 52, el sistema de vigilancia en salud pública registró la notificación de 960 eventos confirmados asociados al Intento de Suicidio, cifra que representan una incidencia de 79,3 casos por cada cien mil habitantes. Frente a las edades registradas en los eventos de Intentos de Suicidio, se observan 359 eventos en menores de 18 años (6 a 17 años), por lo que es un tema relevante para dialogar, además de llamarnos la atención, sobre considerar otros factores como el físico, el comportamental, el social, el emocional y el cognitivo, en el desarrollo integral de la persona.
A partir de las investigaciones de Salovey, Mayer, la conceptualización de las inteligencias múltiples por Gardner en el año 1983 y el imparable éxito del libro Inteligencia Emocional de Daniel Goleman en el año 1995, las emociones empezaron a ocupar un lugar central en la explicación de la conducta humana y términos como afectividad, emocionalidad, sentimientos se volvieron accesibles y se han ido consolidado en un centro de interés para la ciencia, toda vez que “son muchos los estudios que en la actualidad están poniendo de relieve las ventajas de educar la conciencia emocional y que señalan a esta como la condición necesaria para poder desarrollar el resto de capacidades que componen la competencia emocional”. (Iriarte Redín, Alonso-Gancedo, & Sobrino, 2006). Otros aspectos relacionados con el desarrollo humano (la expansión de conexiones neuronales, la vinculación afectiva, el aprendizaje, la adquisición y desarrollo del lenguaje), legales y políticos (Derechos del Niño, leyes, políticas y normas), y de tipo ético (igualdad de oportunidades y equilibrio social), entre otros, muestran que dichas intervenciones constituyen una base para el desarrollo de mejores capacidades y habilidades de vida, convirtiéndose en una inversión económica y social más estable y duradera (Gómez Cardona, 2017)
Ahora bien, todos los cuidadores inciden en el desarrollo emocional de los niños y niñas, pero los primeros llamados a favorecer el desarrollo emocional son los padres y madres de familia, según (Molero Mañes, Rosa; Sospedra Aguado, Rocío; Sabater Barrocal, Yolanda; Pla Molero, Luna, 2011) las interacciones tempranas padres-hijos van a constituir un aspecto central y básico que nos servirá como marco de referencia para abordar el tema de la construcción de vínculos adecuados e inadecuados y sus consecuencias, pero, sobre todo, porque el funcionamiento social de un niño, a lo largo del tiempo, viene determinado por diferentes factores, entre los que destacamos la experiencia, así como la interpretación de las mismas.
Esta interpretación determina como esas primeras experiencias dejan una huella positiva en relación al sentimiento de sentirse amado o una huella negativa en relación a sentirse rechazado; situando a los padres y madres de familia en un lugar determinante para fijar cualquiera de estos dos caminos en sus hijos e hijas. Por lo que son ellos los primeros invitados a acompañar el desarrollo emocional, pero este “acompañar” presupone una exigencia encubierta para los padres y madres y es saber ser padres, tener la capacidad de orientar, ser emocionalmente sensibles, estar dispuestos a crecer, además de generar el sustento básico para la supervivencia, porque tal como lo señala Marinus ser padres sensibles es un trabajo difícil y no es algo que fluya en forma natural para muchos padres, que deben encontrar su forma de hacerlo, incluso si tuvieron pocas experiencias positivas en su propia niñez. Se requiere de toda una comunidad para criar a un niño y los padres necesitan apoyarse en cuidados no parentales de buena calidad, para combinar la educación de los hijos con otras obligaciones. (Ijzendoorn, 2005)
Es por esta razón que Cinético reconoce la importancia de profundizar en la naturaleza de las emociones humanas, conocerlas, compartirlas y gestionarlas. Bienvenidos a EmocionArte, una serie de entregas digitales intuitivas y empáticas, para que crezcas en desarrollo emocional a tu propio ritmo.
En esta, nuestra primera entrega queremos decirte que la palabra emoción deriva del latín emotio, que significa “movimiento”, “impulso” y se consideran emociones al conjunto de reacciones orgánicas que experimentas cuando respondes a ciertos estímulos externos que te permiten adaptarte a una situación con respecto a una persona, objeto o lugar; son respuestas neurofisiológicas.
Así como lo lees, son respuestas que pasan por tu cerebro y se manifiestan a través de tu cuerpo. Es decir, presentes en todos los seres humanos y entre otras cosas todas son:
- Reacciones automáticas y espontaneas a algo que te ha sucedido.
- Transitorias, no permanentes, y te impulsan hacia la acción.
- Más intensas y duran menos tiempo que los sentimientos.
- Agradables o desagradables, no son ni buenas ni malas.
- Útiles y necesarias.
Así mismo, queremos decirte que estudios científicos realizados a grupos humanos con mucha y poca socialización, evidenciaron que expresamos universalmente 6 emociones básicas: alegría, miedo, tristeza, enojo, asco y sorpresa.
Alegría
La alegría se origina por un motivo placentero y por eso, es sumamente agradable. A diferencia de la felicidad, la alegría es de corta duración. Sin embargo, uno puede tener muchísimos ratitos alegres durante el día.
¿Qué sucede en esos ratitos? Te invade un placer juguetón. Tu energía aumenta y tu manera de pensar es más positiva.
Miedo
También conocido como temor. El miedo aparece cuando crees que vas a sufrir daño. Si el miedo crece muchísimo, se convierte en terror y entonces pierdes el control. El miedo puede servirte para estar alerta ante el peligro, pero el terror te paraliza y no te deja pensar.
Tristeza
La tristeza es una emoción desagradable caracterizada por un decaimiento en el estado de ánimo.
No a todas las personas las entristecen las mismas cosas. Sin embargo, es habitual sentir tristeza cuando nos decepcionan o cuando perdemos algo que era importante para nosotros.
Enojo
También conocida como rabia, cólera o furia. Es una emoción desagradable y de alta activación.
La ira es velocísima: te domina y se va casi sin que te des cuenta. Por lo general, puede adueñarse de ti en situaciones que consideras muy injustas o que atentan contra tu bienestar.
Asco
Es el desagrado que nos causa algo que consideramos repugnante. Si investigas sobre tu infancia, sabrás que de bebé hacías cosas que ahora te daría asco repetir. Por eso, sería interesante que te preguntaras: ¿Hay cosas asquerosas o yo he cambiado mis gustos?
¿a todos nos da asco lo mismo?
Sorpresa
Experimentamos sorpresa-asombro cuando algo que creíamos imposible demuestra ser cierto. El asombro nos dice que el mundo es lugar por descubrir, que hay espacio para lo desconocido, para la magia. Nos muestra que estamos rodeados de personas y cosas fascinantes.
De la combinación entre ellas, se derivan infinitas emociones secundarias, no menos intensas, que iremos conociendo. Ahora que lo sabes te invitamos a jugar con la baraja emocional.

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