En mi consulta, siempre le explico a mis pacientes que el sistema nervioso (formado por el cerebro, medula espinal y nervios) nace y crece cómo la construcción de una casa. Se requiere de una base sólida, que serían los cimientos y, desde allí, se crea la demás arquitectura de esa casa que permite el desarrollo de las otras áreas del cerebro.
Sin embargo, se debe reconocer que el proceso de desarrollo de ese sistema nervioso es un poco más complejo de lo que creemos.
La neurogenesis, que es el “nacimiento de las neuronas”, que son los ladrillos de nuestro sistema nervioso, ocurre desde que el bebé se empieza a formar, y luego, se mueven hacia diferentes áreas donde cada una cumple una misión específica. Sin embargo, las uniones entre estas neuronas, que son las sinapsis, y la mielinización (proceso que hace que la conducción nerviosa sea más efectiva), ocurren durante el desarrollo en la niñez.
En este proceso, la genética (la información que nos transmiten nuestros padres para formarnos) es básica para que las neuronas se unan de forma adecuada, esto unido a la EXPERIENCIA (nuestro desarrollo y aprendizaje durante la vida) hará desarrollar y mantener esos circuitos.
Se han realizado diferentes estudios que demuestran cómo la función cerebral va cambiando desde el nacimiento y cómo tiene que ver con las actividades que va ganando un bebé en esos primeros meses.
Es así como al nacer un recién nacido tiene de forma predominante reflejos primitivos, lo que quiere decir que están para realizar funciones básicas, como respirar, succionar, dormir, etc. Luego, como hablábamos que las funciones se van expandiendo a otras áreas del sistema nervioso (cerebrales subcorticales y con actividad a nivel de la corteza cerebral principalmente en las áreas primarias sensorio- motoras) y con el apoyo de la EXPERIENCIA, el desarrollo del niño se nutre desde el apego y la alimentación a través de la lactancia.
En otro ejemplo, la visión de los niños se va desarrollando de a poco, acelerándose hacia los 3 meses de edad; a esta edad también abren sus manos y fijan objetos con su mirada preparándose para la manipulación de objetos; todo eso va ocurriendo mientras ocurren cambios en esa corteza cerebral que además hace que los reflejos que inicialmente eran tan notorios en los niños como por ejemplo el reflejo de moro (muy conocido por la expresión que hacen los niños como si se “asustaran” con los sonidos fuertes) vayan desapareciendo gradualmente a medida que van creciendo.
Se sabe también que las interacciones positivas entre los niños y los cuidadores construyen la arquitectura de esa casa que es su cerebro en desarrollo: Ayuda a crear conexiones entre neuronas en sus diferentes áreas, como el área que maneja las habilidades de movimiento, las visuales, del lenguaje, la memoria y más tarde en la vida, el control del comportamiento. De esta forma, se construyen las habilidades cognitivas (aprendizaje) y emocionales que el niño necesita en la vida.
Desde Cinético queremos brindarte información que te permita guiarte en las actividades que puedes realizar desde antes del nacimiento para hacer que esas conexiones neuronales, por lo menos desde el punto de vista de la EXPERIENCIA, sean lo más enriquecedor posible para el DESARROLLO DE TU BEBÉ.
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